Agonía mía vil y miserable, no me
abandones, a pesar de todo tu dolor es de fruslería y a veces me provocas
fruición frívola. Ya no hay nada frondoso, no importa, reunificaré las partes
destruidas. No hay riesgo sobrenatural si a caso mi cuerpo quedará rígido y
todo terminará.
Agonía mía no me molesta tu compañía
porque siempre queda la alegría, la esperanza de un nuevo día, todo se puede si
hay vida.
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