Negro volcaste todo, tu engaño de espinas llenó mi corazón,
cada respirar es un delirio, tortura cruel que no te deja de pensar, no
encuentro alivio, te lo llevaste todo y me dejaste en las tristes sombras de
las cuales no sé escapar, en las que me ahogo sin fin en infinito martirio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario