Un día de porquería que parecía no terminar, harto de tantos
problemas en la universidad salí saltándome las 4 clases que faltaban. La música
y aquel café no me calmaban en absoluto, claro el café no es relajante… pensaba
que quizás un poco o un mucho de alcohol serviría mejor para desestresarme,
mientras tomaba indiferente sin sentir el sabor y el calor de ese café
hirviendo que me provocó una leve quemadura entonces apareció… sí apareció una
chica misteriosa frente a mis ojos que me hipnotizaba con los suyos mientras
sus labios sonreían atrayentes, parecía pasar el tiempo congelado como si
fueran 10 años cuando solo fueron unos minutos. Y esa chica misteriosa me
salvó, con aquella vestimenta extravagante apareciendo y desapareciendo de mi
vida de golpe dejándome un beso en la mejilla que mi mundo cambió. ¿Y ahora
dónde estás? Siempre me pregunto mientras río como tonto al recordarte, pequeña
chica de misterio.
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