Acercando mis manos a las suyas pude sentir su temblor, y
mirando como vibraban también sus labios mi corazón se excitó, no pude
soportarlo y aprisioné su boca con la mía, ella lloraba yo no lo entendía, tan
sólo pude quedarme viendo hasta que ella me envolvió en su abrazo llenándome de
un indescriptible gozo al decirme que era tan feliz estando junto a mí.
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