Cuando me encuentro cansado, con todas las penas sobre mis
hombros y veo todo gris, cuando siento que no puedo más, voy a casa o con mis
amigos y tomo un poco. Contemplo los atardeceres mientras doy pequeños sorbos al cristal y los recuerdos
bailando inundan mi mente trayendo risas a mi antiguo pesar, y surgen una tras
otra las piezas que abrigan a mi corazón con aquella alegre danza, invitándome a
bailar. Aun sin ser dulces todos los recuerdos me dan fuerza y calidez, me
motivan a continuar reuniendo más, porque todo lo que he vivido conforma mi
vida y me hace lo que soy. Sigo acumulando recuerdos que bailan dando pasos
adelante siempre adelante, continuando, sin dejar que los problemas me venzan,
me recuerdo que si antes hubo buenos momentos se pueden lograr hacer muchos
más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario